Em 22 de Julho de 1911 o historiador de Yale, Hiram Bingham III, que procurava os traços dos Incas no Perú, descobriu Machu Picchu que tornou célebre no seu livro" A Cidade Perdida dos Incas". A antiga cidade pré- colombiana está situada nas alturas dos Andes (2700 metros de altitude), a 130 Km noroeste de Cuzco. Está dividida em três grandes secretores, o sagrado, o popular e o reservado aos nobres e à classe sacerdotal. O sector sagrado é dedicado ao deus Inti, o deus sol, principal divindade inca e onde se situam os principais achados arqueológicos: o relógio solar e o Templo do Sol.
Adorava visitar, não fosse a altitude.
ResponderEliminarTambém adorava visitar. Um dia irei. :)
ResponderEliminarALTURAS DE MACHU PICHU
ResponderEliminarSube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Hablad por mis palabras y mi sangre.
Pablo Neruda, de "Canto General" (Poema XII)
E eu lembrei-me de Tintin e de dois dos seus melhores álbuns...
ResponderEliminar